El mundo moderno ha supuesto nuevos desafíos para nuestro cerebro, programado a lo largo de miles de años de evolución para un entorno relativamente nuevo para él.
El Reiki es una técnica japonesa para la reducción del estrés y la relajación que se dice que también promueve la sanación y curación del cuerpo.
El Kama-Sutra, escrito por el filósofo indio Vatsyayana, se ha convertido en mundialmente famoso por ser considerado una mera guía de posiciones sexuales (algunas diríamos totalmente irrealizables).
Los chakras son aquellos centros de energía que según la tradición hinduista habitan dentro del cuerpo humano. Según los hinduistas existen siete chakras distintos.
En nuestra experiencia con las relaciones abiertas y la no-monogamia recibimos muchas preguntas en relación a estilos de vida que van más allá de la monogamia.
El cuerpo humano está dotado de cientos de miles de receptores nerviosos en prácticamente cualquier punto que señales en el cuerpo.
De entre todos los puntos erógenos y zonas altamente sensibles a la estimulación sexual el más famoso es sin duda el punto G, esa supuesta zona interna de la vagina que según algunas personas parecen creer provoca orgasmos instantáneos. Cabe decir que el punto G no es nada más que la cara interna del clítoris, estructura que rodea la vagina por ambos lados y por su parte superior, siendo la parte más visible del mismo la que encontramos en la parte superior de la vulva. Sin embargo, durante los últimos años se ha puesto de moda el conocido como punto P masculino, que no es nada más ni nada menos que la propia próstata (la letra P es la primera letra de la palabra próstata).
Existe la idea ampliamente extendida de que los orgasmos masculinos son directos, simples y cortos. Durante el sexo los hombres simplemente tienen el orgasmo, el orgasmo se acaba en unos segundos y el sexo también. Sin embargo la verdad es que hay mucho más espacio para la exploración y el placer masculino del que a priori la gran mayoría de personas cree.
Se considera afrodisíaco a aquel alimento o suplemento que despierta el instinto sexual, provoca el deseo o aumenta el placer o el rendimiento sexual. Desde siempre los afrodisíacos han sido un tema candente, como lo demuestra la gran cantidad de publicidad, sustancias a medio camino entre el suplemento y el medicamento que se comercializan y todos aquellos productos que existen y que supuestamente tienen efectos potenciadores de la libido.